martes, 21 de septiembre de 2010

Lección 3 - La parabola de los talentos


Cierta vez, queriendo enseñar sobre el reino de Dios, Jesús dio un ejemplo a través de una parábola diciendo: Un hombre se preparaba para hacer un viaje, por eso resolvió dejar sus tres empleados cuidando de sus valiosas monedas de oro.

También en la responsabilidad de ellos muchas propiedades.. Aquel hombre era muy inteligente, y le pareció mejor dividir los talentos de acuerdo con las condiciones de sus siervos.

Para el primer empleado, él le entregó cinco talentos; para el segundo, dos talentos, para el tercero, apenas un talento. Después de resolver todo, el hombre viajó despreocupado.. Mientras, el empleado que recibió cinco talentos salió a negociar, pues deseaba conseguir más talentos. Para eso, se despertaba temprano y pasaba el día en la calle negociando.

Aquel empleado era muy obediente y no quería entristecer a su patrón; el siervo que tenía dos talentos también salió a negociar, pues también quería agradar a su patrón. El que recibió un talento también salió, pero no para conseguir monedas.

El salió de casa, abrió un agujero en la tierra y la escondió. . El tiempo pasó y el hombre volvió de viajen. Cuando llegó, él llamó a sus empleados para que le traigan sus talentos que habían recibido.

El primer siervo le devolvió las cinco monedas que había recibido y otras cinco que consiguió. El patrón se puso tan feliz que le dijo al empleado: - Siervo bueno y fiel en lo poco, por eso voy a colocarlo como negociador de muchas cosas, venga y festeje conmigo..
Después llegó la vez del segundo empleado. Él se presentó y dijo que tenía cuatro talentos, pues había lucrado más dos. Y una vez más el patrón contento le dijo:.
- ¡Muy bien, siervo bueno! Fuiste fiel en lo poco, por eso te daré muchas cosas, ven y alégrate conmigo. Y el empleado salió todo feliz de aquel lugar..
El último empleado, aquel que había recibido apenas un talento lo escondió en la tierra, se presentó para el patrón diciendo: Aquí está la moneda que usted me ha dado.

Con miedo de perderla, hice un agujero y la escondí. El hombre se puso muy enojado, pero tan enojado, que tomó la moneda en la mano del empleado y la entregó para aquel que tenía diez y dijo:.
- Siervo malo y perezoso. ¿Porque tú no has entregado el dinero para los banqueros? Así yo recibiría con juros cuando volviese. Después, lo echó para fuera de su casa..
Así como este hombre volvió de viaje y fue a ver sus talentos con sus siervos, Jesús también volverá y nosotros tendremos que pagar las cuentas de todo que practicamos.

Por eso debemos ser fieles a Dios y siempre practicar Su Palabra, pues cuando dejamos de hacer esto enterraremos nuestro talento. . Jesús desea usarnos para ganar almas para Su reino.

Por eso, hable de Jesús para todos que están a tu alrededor. Jesús preparó un lindo lugar allá en cielo para que vivamos, pero solamente los fieles vivirán allí.

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