lunes, 24 de enero de 2011

Unidad 4 - La sabiduría comienza con el respecto


Judas Iscariote era uno de los 12 discípulos de Jesús, siempre estaba junto con los otros discípulos y también oía los enseñamientos de Jesús. Los discípulos servían a Jesús con amor, alegría y fidelidad; pero Judas no era sincero y vivía haciendo las cosas equivocadas. Jesús había dado a él una grande responsabilidad… ¿Saben cuál es? Jesús lo dejo cuidando de la bolsa de ofrendas, pero él no tenía temor, o sea, no tenia respeto con las cosas de Dios y no respetaba a Dios y a nadie, pues solo pensaba en sí mismo y hacia solamente su voluntad.
Muchas personas seguían a Jesús, pero solamente 12 hombres fueron escogidos para que sean Sus discípulos. Ellos siempre estaban juntos de Jesús y Lo servían con amor y fidelidad. Pero había un entre ellos que no era sincero y fingía ser fiel, ese discípulo se llamaba Judas Iscariote.
Judas no tenía temor. ¿Ustedes saben lo que significa esta palabra? Temor quiere decir respeto y Judas Iscariote no respetaba las cosas de Dios. Cierto día, María, una mujer que seguía a Jesús, tomo una vasija llena de nardo, un perfume carísimo, y lo derramo en los pies de Jesús, y después los secó con sus cabellos. Judas, cuando vio lo que aquella mujer había hecho, se quedó reclamando, pues creyó que aquella actitud era un desperdicio.
Él dijo a aquella mujer que ella debería vender el perfume y haber dado el dinero a los pobres. Él no dijo eso para ser buenito, y mucho menos porque se preocupaba con los necesitados. Él actuó así, porque cuidaba de la bolsa y tenía la costumbre de agarrar donaciones que eran hechas. Judas robaba probando que no tenía el menor temor con las cosas de Dios.
Mismo conviviendo mucho tiempo con Jesús, escuchando los enseñamientos y viendo los milagros que Jesús realizaba, Judas no se preocupaba en practicar la Palabra de Dios.
No podemos ser así como Judas fue, pues algo muy triste ocurrió con él. Judas traicionó a Jesús. Él ganó 30 monedas de plata para mostrar a los solados quien era Jesús, entonces los soldados Lo prendieron y Lo crucificaron a Jesús y Judas, sintiendo remordimiento, terminó ahogándose. Si el tuviese arrepentido do lo que había hecho y pidiese perdón a Dios, jamás habría hecho eso, pues el amor de Dios invadiría su corazón.
Cuantas niños participan de las clases de la EBI, escuchan a las educadoras contando las historias biblias, han visto los amiguitos siendo bendecidos, pero... ¿Continúan haciendo las cosas equivocadas y desagradando a Dios?
Judas no era sabio y por eso no tenía temor, y no respetaba a Jesús. Nuestras actitudes son las que van a mostrar si somos sabios e inteligentes de verdad. Entonces nada de responder a los papás, decir malas palabras, mentir, pegar al amiguito, etc., pues estas actitudes son malas y demuestran falta de sabiduría y respeto. La verdadera sabiduría comienza con el respeto a Dios.

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