lunes, 27 de junio de 2011

Unidad 4 - Protegido por Dios


Cuando ocurre algo que los deja con miedo o tristes, seguro que ustedes desean quedarse próximos a tu padre y a tu madre, bien protegidos. El papá y la mamá siempre desean proteger y orientar a sus hijos. Pero, por lo más que los padres quieran, no pueden estar el tiempo todo con los hijos.
La Biblia nos enseña que solamente Dios puede estar con nosotros en todos los momentos y, con Él, estaremos siempre seguros. Él nos protege hasta cuando dormimos: “Dios es nuestro refugio y fortaleza…” (Salmos 46.1)
Solo aquellos que temen y practican la Palabra de Dios estarán protegidos, pues el Señor Jesús guardará aquel que es fiel. La Biblia nos habla de los siervos de Dios que fueron ejemplos de fidelidad y demuestra cómo fueron protegidos en el peligro. Entre ellos tenemos a Daniel. ¿Vamos a conocer un poco más sobre el libramiento que él recibió de Dios? Presten bastante atención.
Daniel era un joven fiel a Dios. Por causa de su inteligencia, él fue uno de los escogidos para servir al rey Darío. Daniel se destacaba entre los todos presidentes y príncipes, por eso el rey pensaba en darle autoridad sobre todo el reino.
La envidia era tanta entre los príncipes y presidentes que buscaban alguna forma de perjudicar a Daniel; pero él era fiel, y no encontraban nada contra él. Hasta que un día convencieron al rey a crear la siguiente ley: “Durante treinta días, aquel que hiciese el pedido a cualquier dios o a cualquier hombre, y no al rey Darío, sería lanzando en las cuevas de los leones”. Solo así encontrarían un motivo para perjudicar a Daniel que era un siervo fiel, oraba tras veces al día, se arrodillaba y agradaba a su Dios.
Los consejeros del reino descubrieron Daniel orando y llevaron al conocimiento del rey. Entristecido con el hecho de que ellos estaban tentando perjudicarlo, y no pudiendo volver atrás con su palabra, el rey Darío ordenó que Daniel fuese lanzado a la cueva de los leones.
Muy triste, el rey no consiguió dormir pensando en Daniel y como Dios conseguiría librarlo de los leones.
Bien tempranito, el rey Darío fue hasta la cueva y encontró Daniel vivo, que le dijo: “O mi Dios envió a su ángel, y serró la boca de los leones…” (Daniel 6.22).
El rey Darío se quedó maravillado con el libramiento de Dios y mandó escribir un nuevo decreto, anunciando que en todo su reino los habitantes deberían adorar apenas al Dios de Daniel, porque Él salva, libra, y opera señales de maravillas en el cielo y en la tierra.
Del mismo modo que Dios protegió Daniel en el pasado, Él protegerá aquellos que creen, temen y Lo buscan de todo corazón. Amiguitos, Dios está siempre listo para nos proteger de los peligros y de todos los males. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. (Salmos 46.1).

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