La Palabra de Dios nos enseña (Unidad 4)

 Érase una vez un niño llamado Timoteo, ¿saben cuál es el significado de su nombre? Quien adora a Dios, que nombre Lindo ¿verdad chicos?

Timoteo vivía con la madre Eunice y la abuela Loida y a través de las enseñanzas que recibió desde pequeño, aprendió amar a Dios.

Timoteo tenía una vida parecida con la de los otros niños, así como ustedes, comía, jugaba con sus amigos, estudiaba. El niño fue educado por la madre y la abuela, y le encantaba escuchar las historias de la Biblia que ellas le contaban.

Eunice y Loide amaban y adoraban a Dios de todo corazón, y eran obedientes y fieles a su Palabra.

Todos los días, él se sentaba para oír las historias que ellas le contaban. ¡Imagínense oír la historia de la creación del comienzo de todo!
Chicos, ¿ustedes se acuerdan de la historia de la creación?

¿Del diluvio, del arca de Noé? A Timoteo debe haberle gustado aprender sobre Moisés, la liberación del pueblo de Israel y las historias de los héroes de la fe.

El niño Timoteo creció respetando las cosas de Dios y amándolo de todo el corazón
Y paso a tener la misma fe de su mama y de su abuela. El deseaba aprender más sobre la voluntad de Dios, y Siempre leía historias escritas en los pergaminos.

 Saben amiguitos en aquel tiempo todavía no existía la Biblia y la Palabra de Dios era escrita en rollos llamados de pergaminos y Timoteo se esforzaba mucho para practicar las palabras escritas en él.

Ya adulto Timoteo conoció un apóstol llamado Paulo que enseñaba a las personas a respecto del Señor Jesús, y sintió deseos de hacer lo mismo que su nuevo amigo, y juntos viajaban enseñando sobre la voluntad de Dios.

Imagínense como Eunice y Loida deben haberse quedado felices, Pues Timoteo se había tornado un gran hombre de Dios.

Saben, chicos, Paulo, usado por Dios, escribió cartas para su amigo Timoteo y esas cartas están en la Biblia, en la segunda carta de Paulo para Timoteo, está escrito que toda la Biblia es inspirada por Dios y es útil para enseñar la verdad, condenar el error, corregir las fallas y enseñar la manera correcta de vivir.

Y eso para que el siervo de Dios este completamente preparado y listo para hacer todo tipo de buenas obras.