viernes, 4 de junio de 2010

Referencia bíblica: Lucas 18.18


Objetivo de la lección: Enseñar a la niños que no debemos ser egoistas.

Versículo para memorizar: .Más bienaventurado es dar que recibir.. (Hechos 20.35)

Introducción: Comience preguntando lo siguiente: ¿Quien aquí es bondadoso? (Espere que ellos respondan). ¿Les gustan ayudar a las personas? Entonces digamos que ustedes tengan algunas piezas de ropa que no sirven más. ¿Qué harían si sus mamás decidieran dar estas ropas para algunos niños necesitados? ¿Ustedes estarían de acuerdo con ella o se quejarían y quedarían enojados? (Espere que ellos respondan).

En la historia de hoy vamos a aprender que Jesús no se agrada de personas egoístas. Pongan atención porque voy a empezar a contar. (No se olvide de decir para los niños que la historia que va a contar está escrita en la Biblia)



EL JOVEN RICO

Fernando era un niño muy rico. Su papá tenía un gran negocio y por eso su familia tenía una vida muy buena. Su casa era grande y en su cuarto tenía de todo, videojuegos, computadora y un montón de juguetes divertidos. Estudiaba en la mejor escuela del barrio y tenía tanta ropa que ni alcanzaba ponérselas todas. Cada fin de semana, Fernando paseaba con sus padres y se divertía mucho. Su mamá era muy bondadosa y le gustaba ayudar a las
personas necesitadas.
Un día, en la escuela de Fernando, la directora decidió hacer una colección de ropas, calzados y juguetes para donar a un orfanato cercas de la escuela. Fue enviado un comunicado para los padres y la mamá de Fernando decidió ayudar donando algunas cosas de su hijo. ¿Qué bueno, verdad? ¿Ya imaginaron como aquellos niños quedarían felices al recibir las donaciones? Un día después, llegando a la casa, Fernando vio algunas de sus ropas dentro de bolsas. ¿Saben cual fue su reacción? Quedó enojado y empezó a llorar.

Al verlo llorando, la mamá de Fernando fue saber lo que estaba aconteciendo. Entonces el niño dijo: ¿Qué va hacer con mis ropas, va regalar a alguien? En el mismo instante su mamá lo
reprendió diciendo: Sí, hijo, voy a enviar para tu escuela. ¿No te acuerdas que ellos están haciendo una campaña de donaciones para los niños del orfanato? Yo sé, pero no quiero dar
nada a nadie, dijo el niño
Qué actitud egoísta de Fernando, ¿verdad, niños? Su mamá se dio cuenta de lo cuanto su hijo estaba equivocado actuando de aquella manera, lo llevó hasta su cuarto, abrió la puerta del armario y dijo: Mi hijo, mire cuanta ropa tienes. Si donas algunas piezas, no te harán falta. Pero él respondió: Pero, mamá, esas ropas son mias. Y siguió llorando. Niños, Fernando actuó igualito a un joven muy rico que vivió en la época de Jesús.
Él, desde niño, conocía a la Palabra de Dios, era un hijo obediente, nunca había robado o hablado mal de nadie.

¿Pero saben cual era el sueño de aquel joven?
Era un día vivir en el cielo con Jesús.
Él pensaba que estaba listo y no faltaba nada para merecerlo. Hasta que cierta vez se encontró con Jesús y preguntó lo que podría hacer para heredar el derecho de vivir en el cielo. Cuando Jesús dijo para él que era necesario cumplir todos los mandamientos, él quedó feliz y dijo: Yo hago todo que los mandamientos de Dios ordenan. Jesús lo miró y dijo: Aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes, da para los pobres y después Sígueme.
Cuando el joven oyó aquellas palabras quedó triste, dio la espalda a Jesús y se fue.
Conclusión: Aquel joven desistió del sueño de vivir en el cielo solo para no ayudar a quien necesitaba ayuda. No debemos seguir el ejemplo de Fernando, ni del joven rico, pues Jesús
se agrada cuando tenemos el corazón bondadoso y dispuesto a ayudar a los demás.
El joven rico perdió la gran oportunidad de servir a Jesús y tener la salvación solo porque no quiso ayudar a los que necesitaban. Si él diera lo que tenía, ciertamente Jesús no dejaría faltar nada para él, pues es dando que se recibe. ¿Entendieron?

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